Exposición “¡Manos a la trama!” se presentará hasta el domingo 14 de agosto
- La muestra forma parte del proyecto financiado por el Gobierno Regional de Valparaíso.
A raíz de la ejecución de un taller de escultura, llamado “Taller de iniciación a la escultura e itinerancia escultórica” organizado por el Centro Cultural Placilla y ejecutado por la Universidad Viña del Mar, nace esta exposición que buscó ser un espacio de experimentación de la disciplina. Esta técnica resalta por su carácter tridimensional, en donde los sentidos más allá de la vista, juega con otros como el tacto y el olfato; lo que lo diferencia desde el punto de vista del artista así como del espectador.
Esta acción proporcionó la introducción a la técnica de escultura a 10 estudiantes, que tal como menciona Javiera Cádiz, gestora cultural y encargada de la instancia, “ fueron mayoritariamente mujeres, tanto de la comunidad local como de la comunidad universitaria, encontrando entre ellas a estudiantes de pregrado y del programa UDAM. El profesor que acompañó y enseñó las técnicas fue Juan Pablo Bahamonde, Maestro de Arte de la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar, especialista en el área”.
Este taller dio como resultado una exposición de aproximadamente 20 piezas pequeñas en técnica lobulada que trae consigo toda la tradición de las alfareras de Quinchamalí. La materialidad de las piezas es principalmente greda, arcilla y aleación, las cuales fueron coloreadas con diferentes óxidos para dar el color blanco, anaranjado y negro. Posteriormente fueron cocidas en horno de gas durante 2 días para lograr la estabilidad y completo secado de las piezas.
OBRAS
El material que se utilizó en estas sesiones de aprendizaje fue obtenido de los alrededores de la ciudad de Viña del Mar, el cual fue cocido con fuego directo, luego deshilachado y posteriormente trenzado manualmente para dar como resultado las 6 piezas que se suspenden en la instalación.
Además, en el centro de la composición, se observa un «nido» trenzado con fibras vegetales de diferente tipo, en este caso rígida, que se configura como una zona que alberga «semillas» confeccionadas por cada participante en donde es posible observar mensajes, en una especie de ritual comunitario.