Valores
Entrada adulto general | $3.000
Estudiantes (con acreditación) | $1000
Adulto mayor (+ 65 años) | $1000
Menores de 12 años | GRATIS
Extranjero | $ 4.000 (Incluye servicio de audio-guía en Inglés, Francés o Portugués)
Todas las personas con su Credencial Nacional de Discapacidad, podrán ingresar de manera gratuita, más un acompañante.

Llegar a Cámara Lúcida ubicado en Almirante Montt 44 es todo un misterio. Su facha exterior no logra dilucidar la magia con la que uno se encontrará adentro, y es que al interior de este ex hotel que fue refaccionado con modernas terminaciones, se encuentra una novedosa escuela que imparte cursos, talleres y diplomados. Para Carolina, directora de la institución, poseen un gran laboratorio que es uno de los más grandes que existen en Chile.

¿Cómo nació Cámara Lúcida?

Nosotros empezamos hace 23 años. Junto al fotógrafo Fernando Aceña, en 1999 arrendamos nuestro primer local en la Plaza Echaurren, lugar donde estuvimos 7 años. Ahí empezamos a realizar algunos talleres y cosas pequeñitas.

La idea original era tener un espacio de desarrollo creativo, de trabajo e investigación, porque nos gusta mucho investigar, y poder compartir ese espacio y conocimientos era nuestro principal objetivo.

¿Por qué eligieron Valparaíso?

Porque yo soy porteña. Viví 4 años en España y ahí estudié fotografía. Personalmente tengo un afecto especial a Valparaíso, porque me crie y desarrollé aquí. Siento que hay muy pocas personas de Valparaíso haciendo cosas en Valparaíso. La mayoría son de Santiago o extranjeros que hacen proyectos y considero que es un valor importante que un porteño se desenvuelva acá.

¿A qué crees que se deba eso?

Básicamente porque es una de la ciudad compleja a nivel económico, social, etc. Hacer algo de esa índole en un lugar que es bien castigado económicamente es complejo.

Nosotros estuvimos 20 años autogestionándonos, sin ningún fondo ni apoyo, porque queríamos dedicarnos a otra área. No soy gestora ni quiero desarrollarme ahí; me interesa la educación, creación e investigación. Mi foco general siempre fue ese. Como Cámara Lúcida toda nuestra concentración está en torno a la fotografía. Recuerdo que el primer crédito de 500 mil pesos que pedimos lo rechazaron y lo necesitábamos para comprar computadores. La verdad todo lo que llegaba se iba invirtiendo. Con mi trabajo en la UPLA sustituía y mantenía parte del proyecto.

Son una institución que ofrece cursos, talleres y diplomados ¿Cómo ha sido relación con los estudiantes?

Partimos con un taller inicial y después fuimos incorporando niveles más complejos, donde la gente podía tener muchas horas de clases e iba tomando sus talleres. Luego hicimos un anual cuando teníamos más equipo docente. Mi socio se retiró el 2008 y pensé que iba a durar un año sola, porque era un proyecto de dos, y al final quedamos con la energía de uno, pero en ese momento ya se había adherido más equipo docente y fueron apoyando. Y ya he aguantado varios más años.

Para el sector cultural la pandemia fue un gran tema. ¿Cómo sobrellevaron ese momento?

En ese tiempo hablaba con mi hijo de cómo nos afectó el tema de la pandemia al tener cerrado y al no ser un lugar de primera necesidad. Él me dijo: “estuviste 7 años en la Plaza Echaurren y ya tienes toda la escuela de lucha, sabrás cómo llevarlo”. Y es verdad. Ese lugar me dio toda una escuela de lucha, porque haber estado tanto tiempo ahí fue la mejor escuela que pudimos tener. Me enseñó de tener un plan A al Z. En pandemia habilité el carro de compras en el web, hacíamos entregas a otras ciudades con los permisos de movilidad que teníamos, y así nos dimos vuelta. La página web se reactivó de 20 a 100 productos. Inventé nuevos servicios y se potenció la emulsión que ahora tiene más fuerza y hemos sembrado esa semilla de que la gente quiere trabajar con emulsiones artesanales y rescatar técnicas antiguas.

Actualmente hay una especie de boom de retomar antiguas costumbres en la fotografía…

Cuando vino la era digital todos dijeron que había que cambiarse, pero nosotros que somos porfiados, que es algo bien porteño, decidimos no cambiar a la fotografía análoga, sino que añadimos la digital, porque no hay que negarse a las nuevas cosas y hay que sacarle provecho a lo que tienen las otras alternativas. Combinando eso, ahora tenemos 11 ampliadoras en el laboratorio, que es uno de los más grandes que existen en Chile. La gente ha retomado el análogo porque tiene una magia que a veces lo digital no te lo entrega. El mismo hecho de trabajar en el laboratorio es salir del trabajo de oficina. Es desconectarte y entrar a otro mundo.

Llega la fotografía digital y no eliminas lo que tienes, yo creo que esa es una gran clave importante para mantener lo que tienes, porque como vas progresando, vas perdiendo, vas creciendo mucho más si mantienes lo importante y agregas lo que tienes.

Me interesó saber cómo fue su estadía en la Plaza Echaurren

Estuvimos 7 años ahí y fue bien duro, porque no podíamos hacer un cartel grande ni publicidades, ya que no podíamos anunciar que teníamos equipos de fotografías, pero, por otro lado, queríamos que llegara gente. Creábamos afiches o anuncios en la radio, el boca a boca era bien corto, pero algo llegaba. Las personas nos retaban al tener un lugar de enseñanza en ese lugar porque el sector era bien complejo, pero todo eso fue aprendizaje.

Y esos aprendizajes fueron determinantes en pandemia…

Así es. En ese momento dije que no haríamos todo virtual, porque si hacíamos todo así nos iríamos para la casa y el lugar se cerraba. El espacio es muy importante porque es una recuperación patrimonial, es un centro de reunión para la gente, porque hay exposiciones, galería, venta de productos, hasta un café. Todo lo que se hace perdería sentido y se cerraba la esencia del lugar. Si no estábamos acá cuál sería nuestro aporte con Valparaíso. Se abrieron las posibilidades de tener alumnos de otros lugares y profesores.

Con todo lo que hemos conversado, siento que Cámara Lúcida nació para estar y ser de Valparaíso

Sí, es así. Yo soy porteña y este espacio es súper porteño. Acá se concentra la lucha, recuperación, lo antiguo, moderno, la diversidad: esto es Valparaíso.

A raíz del día nacional de la fotografía, ¿en qué situación crees que se encuentra la fotografía en nuestro país?

Ahora la fotografía es más transversal. Se tiene mucho acceso a imágenes de distintos lugares y países, hubo un momento en que se intentó recuperar la fotografía latinoamericana como concepto de idiosincrasia, pero siento que la fotografía chilena se ha perdido. No podría hablarte de la fotografía chilena, porque creo que se ha relacionado más con ciertas modas y tendencias que se ven globalizadas. La identidad es lo qué tomas, cómo lo tomas, cómo lo traduces. Eso es un proceso de estudio más a largo plazo para ver cómo se fue dando todo. Lo que sí hay mucha gente haciendo fotos, no tantos fotógrafos eso sí, pero muchos haciendo y generando nuevas propuestas. Hay un fuerte auge de fotografía. Antes los fotógrafos no eran considerados artistas porque había algo mecánico que hacia las fotos y no había una preocupación por la mirada. Hoy, con estas aperturas la fotografía tiene su espacio y lugar, porque nos empezamos a dar cuenta que la propuesta visual es lo que importa.

¿Las fotografías se hacen o se sacan?

Las dos cosas. Por eso te digo que hay muchos haciendo fotos. Están los que hacen las fotos que son fotógrafos y están los que sacan que sólo las toman.

¿Para ti cuál es el lenguaje que tiene la fotografía?

Es un super lenguaje. Hablar o escribir no se me da tanto, pero si me dicen que saque fotografías me puedo expresar mucho mejor. Por lo general mi fotografía ha sido muy personal, autorretratos, retratos a gente que conozco o lugares que tienen un significado. Como una cosa muy personal, disfruto mucho del proceso de hacer, no es sólo tomar, sino que cómo la vas a hacer. Todo ese proceso es importante. Hay gente que se queda con la toma y lo demás lo delega y hay gente que lo utiliza como un medio para llegar. Para mí todo es importante: lo previo, desarrollo y posterior.

¿Cuál es tu sueño con Cámara Lúcida?

Que esto se pudiera mantener independiente de mí con los años, que no se termine conmigo; que no se desvirtúe cuando no esté, porque se ha mantenido durante muchos años con una ideología. La proyección es que crezca a una escala humana y se mantenga siempre en Valparaíso.

 

Cámara Lúcida
Almirante Montt 44, Valparaíso
32 3376203
https://www.camaralucida.cl
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Retratos y vida diaria del Persa Biobío

Por Bastián Cifuentes Araya. El fotógrafo, periodista y artista visual Bastián Cifuentes Araya junto a la cientista política, gestora cultural y diplomada en Memoria, Género y Derechos Humanos, Paloma Ossa Aravena, llevan plasmando el Persa Biobío -hace varios años- a través de un trabajo fotográfico sociodocumental, dando énfasis a la vida diaria y los retratos de uno de los lugares más icónicos del Gran Santiago. (...)