Exposición de astrofotografía se exhibe virtualmente en el Baburiza

A través de 42 imágenes se podrá hacer un recorrido por diferentes lugares que demuestran la belleza del universo.
La nueva muestra digital que se presenta en el Museo de Bellas Artes de Valparaíso de Mauricio López, destaca por exponer la grandeza del universo que durante largos siglos ha sido objeto de asombro y admiración por filósofos, artistas, científicos, religiosos, entre otras disciplinas que han basado sus teorías observando el cielo.
Por su parte, López, relacionó lo anterior y agregó que “han intentado entenderlo, explicarlo y darlo a conocer, buscando respuestas de lo que hay ahí, las distancias del universo nos revuelve la cabeza y cuesta entender lo pequeño que somos. Mirar y escudriñar el cielo nos genera más preguntas que respuestas, genera inquietud y curiosidad, esto es lo que busca la ciencia y el arte”.
Verónica Besnier, gestora cultural y curadora de la muestra, señaló que “aprender a mirar el cielo, las estrellas, es una forma de conexión con el mundo. Mirar el cielo es conectarse con la naturaleza teniendo el placer de la exploración y de la evasión. No se necesita ser científico para mirar el cielo. Todos podemos hacerlo y tratar así de comprenderlo mejor. Mirar el cielo es hacer un viaje a más de millones de años luz, una forma de exploración celeste. Y si uno es soñador, puede ver miles de cosas que los otros no ven. Y como decía el Principito,” lo que es importante no se ve”.
Además, Rafael Torres, director del Museo Baburizza, agradeció las imágenes de Mauricio López que se exhiben virtualmente en el sitio web. “Es muy importante que la comunidad comprenda la importancia que tiene conocer el universo y su majestuosidad, que durante tantos años ha sido estudiado y analizado. Invitamos a que la visiten y se sorprendan de la magia del cielo”.
AUTOR
El gusto de Mauricio López por la fotografía se remonta a 1997, cuando terminó su primera carrera de contador-auditor. Cuando trabajó en esa profesión, de casualidad al lado de su oficina había dos tiendas, una de astronomía y otra de fotografía. Con sus primeros sueldos, compró un telescopio para observar y retratar a través del mismo y su inaugural cámara réflex. La complejidad de la fotografía astronómica lo hizo ir de fracaso en fracaso, tratando de tomar fotos de Júpiter, Saturno y la Luna, sin embargo, al hacerlo se entretuvo.
Al año siguiente, se encontró trabajando como auditor interno en un gran holding y, si bien es cierto, tenía grandes proyecciones en éste, no se sentía realizado. Soñaba con poder hacer algo similar a lo que veía en televisión a través de “Animal Planet”. Fue así, que mientras estuvo a cargo de una auditoria fuera de la capital, le comentó a un compañero de trabajo que su sueño era ser veterinario, lo alentó para estudiar lo que realmente quería, agregando, que aún era joven y que si no lo hacía en ese momento lo iba a lamentar años después. Llegó a Santiago, siguió su “gran consejo”, y partió a hacer todas las averiguaciones para postular. Finalmente, se decidió. Trabajó hasta un día viernes, y el día lunes de la semana siguiente, comenzó a asistir a clases. Desde el año 2003 es médico.